misa Domingo 21 Marzo 2010
V DOMINGO DE CUARESMA

Santos: Serapión de Thmius, obispo; Benita Cambiagio, religiosa, y Juan de Valence, obispo (Morado)

ANTÍFONA DE ENTRADA (Sal 42, 1-2)

Señor, hazme justicia. Defiende mi causa contra gente sin piedad, sálvame del hombre injusto y malvado, tú que eres mi Dios y mi defensa.

No se dice Gloria.

ORACIÓN COLECTA

Ven, Señor, en nuestra ayuda, para que podamos vivir y actuar siempre con aquel amor que impulsó a tu Hijo a entregarse por nosotros. Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo, que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo y es Dios, por los siglos de los siglos.

LITURGIA DE LA PALABRA

Lectura del libro del profeta Isaías: 43, 16-21

Esto dice el Señor, que abrió un camino en el mar y un sendero en las aguas impetuosas, el que hizo salir a la batalla a un formidable ejército de carros y caballos, que cayeron y no se levantaron, y se apagaron como una mecha que se extingue:
"No recuerden lo pasado ni piensen en lo antiguo; yo voy a realizar algo nuevo. Ya está brotando. ¿No lo notan? Voy a abrir caminos en el desierto y haré que corran los ríos en la tierra árida. Me darán gloria las bestias salvajes, los chacales y las avestruces, porque haré correr agua en el desierto, y ríos en el yermo, para apagar la sed de mi pueblo escogido. Entonces el pueblo que me he formado proclamará mis alabanzas". Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.


Israel tenía una alta estima del evento fundante del Éxodo. Era la manifestación ejemplar de la salvación divina. El profeta los anima a dejar atrás esa memoria para abrirse a la novedad liberadora del presente.

Del salmo 125 R/. Grandes cosas has hecho por nosotros, Señor.
Cuando el Señor nos hizo volver del cautiverio, creíamos soñar; entonces no cesaba de reír nuestra boca ni se cansaba entonces la lengua de cantar. R/.
Aun los mismos paganos con asombro decían: "¡Grandes cosas ha hecho por ellos el Señor!". Y estábamos alegres, pues ha hecho grandes cosas por su pueblo el Señor. R/.
Como cambian los ríos la suerte del desierto, cambia también ahora nuestra suerte, Señor, y entre gritos de júbilo cosecharán aquellos que siembran con dolor. R/.
Al ir, iban llorando, cargando la semilla; al regresar, cantando vendrán con sus gavillas. R/


Lectura de la carta del apóstol san Pablo a los filipenses: 3, 7-14

Hermanos: Todo lo que era valioso para mí, lo consideré sin valor a causa de Cristo. Más aún, pienso que nada vale la pena en comparación con el bien supremo, que consiste en conocer a Cristo Jesús, mi Señor, por cuyo amor he renunciado a todo, y todo lo considero como basura, con tal de ganar a Cristo y de estar unido a Él, no porque haya obtenido la justificación que proviene de la ley, sino la que procede de la fe en Cristo Jesús, con la que Dios hace justos a los que creen.
Y todo esto, para conocer a Cristo, experimentar la fuerza de su resurrección, compartir sus sufrimientos y asemejarme a Él en su muerte, con la esperanza de resucitar con El de entre los muertos.
No quiero decir que haya logrado ya ese ideal o que sea ya perfecto, pero me esfuerzo en conquistarlo, porque Cristo Jesús me ha conquistado. No, hermanos, considero que todavía no lo he logrado. Pero eso si, olvido lo que he dejado atrás, y me lanzo hacia adelante, en busca de la meta y del trofeo al que Dios, por medio de Cristo Jesús, nos llama desde el cielo. Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.


San Pablo tenía toda la razón en afirmar que su vida había sufrido un trastorno radical. Una prometedora carrera en el judaísmo fariseo queda atrás cuando conoce personalmente a Cristo resucitado.

ACLAMACIÓN (JI 2, 12-13) R/. Honor y gloria a ti, Señor Jesús.
Todavía es tiempo, dice el Señor, conviértanse a mí de todo corazón, porque soy compasivo y misericordioso. R/.


Lectura (Proclamación) del santo Evangelio según san Juan: 8, 1-11

En aquel tiempo, Jesús se retiró al monte de los Olivos y al amanecer se presentó de nuevo en el templo, donde la multitud se le acercaba; y El, sentado entre ellos, les enseñaba.
Entonces los escribas y fariseos le llevaron a una mujer sorprendida en adulterio, y poniéndola frente a Él, le dijeron: "Maestro, esta mujer ha sido sorprendida en flagrante adulterio. Moisés nos manda en la ley apedrear a estas mujeres. ¿Tú que dices?".
Le preguntaban esto para ponerle una trampa y poder acusarlo. Pero Jesús se agachó y se puso a escribir en el suelo con el dedo. Como insistían en su pregunta, se incorporó y les dijo: "Aquel de ustedes que no tenga pecado, que le tire la primera piedra". Se volvió a agachar y siguió escribiendo en el suelo.
Al oír aquellas palabras, los acusadores comenzaron a escabullirse uno tras otro, empezando por los más viejos, hasta que dejaron solos a Jesús y a la mujer, que estaba de pie, junto a Él.
Entonces Jesús se enderezó y le preguntó: "Mujer, ¿dónde están los que te acusaban? ¿Nadie te ha condenado?". Ella le contestó: "Nadie, Señor". Y Jesús le dijo: "Tampoco yo te condeno. Vete y ya no vuelvas a pecar". Palabra del Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.


La dureza de corazón se acrecienta cuando no se aprende a agradecer el don del perdón divino. Quien reconoce su fragilidad sinceramente aprende a tolerar y comprender los errores ajenos.

Credo

ORACIÓN UNIVERSAL

Con toda la confianza que nos merece ese Jesús que acoge, que escucha, que perdona, que ama hasta dar la vida, nos dirigimos a El y le rogamos, diciendo (cantando): Kýrie, eléison.
1. Por todos los cristianos. Que vivamos con intensidad este tiempo de conversión, para poder compartir con Jesús su muerte y su resurrección. Kýrie, eléison.
2. Por los niños, jóvenes y adultos que se preparan para recibir el bautismo, la primera comunión o la confirmación durante el próximo tiempo de Pascua. Kýrie, eléison.
3. Para que en nosotros, en la Iglesia y en el mundo, se extiendan los valores de la comprensión, la tolerancia y el perdón, en lugar de la acusación, la crítica y la condena. Kýrie, eléison.
4. Para que la celebración del misterio pascual del Señor nos ayude a salir renovados y fortalecidos en nuestra vida y en nuestra fe. Kýrie, eléison.
Escucha, Señor, nuestras oraciones, y derrama sobre el mundo entero tu gracia, tu amor, tu perdón. Tú que vives y reinas por los siglos de los siglos.


ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS

Tú que nos has iluminado con las enseñanzas de la fe, escucha, Señor, nuestra oración y purifícanos por medio de este sacrificio. Por Jesucristo, nuestro Señor.

Prefacio I o II de Cuaresma.

ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN (Jn 8, 10-11)

Jesús le preguntó: Mujer, ¿nadie te ha condenado? Ella respondió: Nadie, Señor. El le dijo: Yo tampoco te condeno. Vete y ya no vuelvas a pecar.

ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN

Concédenos, Dios todopoderoso, a cuantos participamos del Cuerpo y la Sangre de tu Hijo, vivir siempre como miembros suyos. Por Jesucristo, nuestro Señor.

UNA REFLEXIÓN PARA NUESTRO TIEMPO.-Casi siempre olvidamos esta parábola. El relato evangélico nos tiene que ser recordado una vez y otra para desafiarnos a vivir según las actitudes compasivas y misericordiosas que Dios nos dispensa. No sólo en el ámbito de las relaciones interpersonales, también en las situaciones sociales acostumbrarnos "linchar" a los indefensos. El adversario político o el que profesa una ideología diferente a un grupo de exaltados se convierte en el blanco de ataques e insultos. La intolerancia, los juicios sumarios y las condenas populares se vuelven frecuentes en una sociedad desencantada de la impunidad y la falta de justicia. Tales problemas sociales no nos excusan de la responsabilidad de practicar la violencia verbal o física contra personas indefensas y vulnerables. La descalificación violenta nos deshumaniza. Es apenas un desahogo primario y estéril que nos aleja de la amistad con Dios.
10/12/2010 11:14:26 am

All fortune is to be conquered by bearing it. This is the truth.

Reply
11/5/2010 11:01:12 am

Books are by far the most lasting products of human effort.

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