misa Domingo 7 Marzo 2010
III DOMINGO DE CUARESMA

Santos: Perpetua y Felicitas de Roma, mártires y Pablo el Sencillo de la anacoreta. Beato Juan Larke y compañeros, mártires. (Morado)

ANTÍFONA DE ENTRADA (Sal 24, 15-16)

Tengo los ojos puestos en el Señor, porque Él me libra de todo peligro. Mírame, Dios mío y ten piedad de mí, que estoy solo y afligido.

No se dice Gloria.

ORACIÓN COLECTA

Dios misericordioso, fuente de toda bondad, que nos has propuesto como remedio del pecado el ayuno, la oración y las obras de misericordia, mira con piedad a quienes reconocemos nuestras miserias y estamos agobiados por nuestras culpas, y reconfórtanos con tu amor. Por nuestro Señor Jesucristo...

LITURGIA DE LA PALABRA

Lectura del libro del Éxodo: 3, 1-8. 13-15

En aquellos días, Moisés pastoreaba el rebaño de su suegro, Jetró, sacerdote de Madián. En cierta ocasión llevó el rebaño más allá del desierto, hasta el Horeb, el monte de Dios, y el Señor se le apareció en una llama que salía de un zarzal. Moisés observó con gran asombro que la zarza ardía sin consumirse y se dijo: "Voy a ver de cerca esa cosa tan extraña, por qué la zarza no se quema".
Viendo el Señor que Moisés se había desviado para mirar, lo llamó desde la zarza: "¡Moisés, Moisés!". Él respondió: "Aquí estoy". Le dijo Dios: "¡No te acerques! Quítate las sandalias, porque el lugar que pisas es tierra sagrada". Y añadió: "Yo soy el Dios de tus padres, el Dios de Abraham, el Dios de Isaac y el Dios de Jacob". Entonces Moisés se tapó la cara, porque tuvo miedo de mirar a Dios. Pero el Señor le dijo: "He visto la opresión de mi pueblo en Egipto, he oído sus quejas contra los opresores y conozco bien sus sufrimientos. He descendido para librar a mi pueblo de la opresión de los egipcios, para sacarlo de aquellas tierras y llevarlo a una tierra buena y espaciosa, una tierra que mana leche y miel".
Moisés le dijo a Dios: "Está bien. Me presentaré a los hijos de Israel y les diré: 'El Dios de sus padres me envía a ustedes'; pero cuando me pregunten cuál es su nombre, ¿qué les voy a responder?".
Dios le contestó a Moisés: "Mi nombre es Yo-soy"; y añadió: "Esto les dirás a los israelitas: 'Yo-soy me envía a ustedes'. También les dirás: 'El Señor, el Dios de sus padres, el Dios de Abraham, el Dios de Isaac, el Dios de Jacob, me envía a ustedes'. Éste es mi nombre para siempre. Con este nombre me han de recordar de generación en generación". Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.


Dios sigue de cerca las tribulaciones de los hijos de Israel. Ellos tuvieron razón en clamar al Señor. Dios escucha su queja y se decide a enviar a Moisés para que los libere de sus opresores.

Del salmo 102 R/. El Señor es compasivo y misericordioso.
Bendice al Señor, alma mía, que todo mi ser bendiga su santo nombre. Bendice al Señor, alma mía, y no te olvides de sus beneficios. R/.
El Señor perdona tus pecados y cura tus enfermedades; Él rescata tu vida del sepulcro y te colma de amor y de ternura. R/.
El Señor hace justicia y le da la razón al oprimido. A Moisés le mostró su bondad, y sus prodigios al pueblo de Israel. R/.
El Señor es compasivo y misericordioso, lento para enojarse y generoso para perdonan Como desde la tierra hasta el cielo, así es de grande su misericordia. R/.


Lectura de la primera carta del apóstol san Pablo a los corintios: 10, 1-6. 10-12

Hermanos: No quiero que olviden que en el desierto nuestros padres estuvieron todos bajo la nube, todos cruzaron el mar Rojo y todos se sometieron a Moisés, por una especie de bautismo en la nube y en el mar. Todos comieron el mismo alimento milagroso y todos bebieron de la misma bebida espiritual, porque bebían de una roca espiritual que los acompañaba, y la roca era Cristo. Sin embargo, la mayoría de ellos desagradaron a Dios y murieron en el desierto.
Todo esto sucedió como advertencia para nosotros, a fin de que no codiciemos cosas malas como ellos lo hicieron. No murmuren ustedes como algunos de ellos murmuraron y perecieron a manos del ángel exterminador. Todas estas cosas les sucedieron a nuestros antepasados como un ejemplo para nosotros y fueron puestas en las Escrituras como advertencia para los que vivimos en los últimos tiempos. Así pues, el que crea estar firme, tenga cuidado de no caer. Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.


La historia de salvación de nuestros antepasados no está del todo cerrada. Es un espejo lúcido que nos alecciona para descubrir nuestros aciertos, nuestras faltas y nuestras rebeldías.

ACLAMACIÓN (Mt 4, 17) R/. Honor y gloria a ti, Señor Jesús.
Conviértanse, dice el Señor, porque ya está cerca el Reino de los cielos. R/.


Lectura (Proclamación) del santo Evangelio según san Lucas: 13, 1-9

En aquel tiempo, algunos hombres fueron a ver a Jesús y le contaron que Pilato habla mandado matar a unos galileos, mientras estaban ofreciendo sus sacrificios. Jesús les hizo este comentario: "¿Piensan ustedes que aquellos galileos, porque les sucedió esto, eran más pecadores que todos los demás galileos? Ciertamente que no; y si ustedes no se convierten, perecerán de manera semejante. Y aquellos dieciocho que murieron aplastados por la torre de Siloé ¿piensan acaso que eran más culpables que todos los demás habitantes de Jerusalén? Ciertamente que no; y si ustedes no se convierten, perecerán de manera semejante".
Entonces les dijo esta parábola: "Un hombre tenía una higuera plantada en su viñedo; fue a buscar higos y no los encontró. Dijo entonces al viñador: 'Mira, durante tres años seguidos he venido a buscar higos en esta higuera y no los he encontrado. Córtala. ¿Para qué ocupa la tierra inútilmente?'. El viñador le contestó: 'Señor, déjala todavía este año; voy a aflojar la tierra alrededor y a echarle abono, para ver si da fruto. Si no, el año que viene la cortaré' ". Palabra del Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.


Este episodio ejemplar nos alerta a "no dormirnos en nuestros laureles". Quien vive atento a los signos de los tiempos, sabe reconocer los llamados urgentes que Dios le dirige constantemente.

Credo

ORACIÓN UNIVERSAL

Confiando en el Señor, compasivo y misericordioso, le encomendamos nuestros anhelos. Unámonos a las peticiones diciendo (cantando): Kyrie, eléison.
Por la Iglesia: que el Señor la purifique, le conceda el don de la unidad y la alegría de la Pascua. Kyrie, eléison.
Por los gobernantes de todo el mundo, en especial los de nuestro país: que hagan que la paz y la concordia sean posibles, y que respeten la unidad y la justicia. Kyrie, eléison.
Por los enfermos, por los que sufren, por quienes no tienen casa ni trabajo: que nos les falte quién los ayude en sus necesidades. Kyrie, eléison.
Por todos los que han muerto: que el Señor, rico en clemencia, los acoja en su seno. Kyrie, eléison.
Por los que estamos celebrando la Eucaristía y por quienes se sienten unidos a nosotros: que el Señor nos llene de luz para poder actuar según sus enseñanzas. Kyrie, eléison.
Señor, escucha nuestra oración. Que rechacemos lo que te ofende y pongamos la felicidad de nuestro corazón en seguir tus preceptos. Por Jesucristo, nuestro Señor.


ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS

Que esta Eucaristía, Señor, nos obtenga a quienes imploramos tu perdón, la gracia de saber perdonar a nuestros hermanos. Por Jesucristo, nuestro Señor.

Prefacio I o II de Cuaresma

ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN (Sal 83, 4-5)

El ave ha encontrado un refugio y la tórtola un nido donde poner a sus polluelos. Dichosos los que se acercan a tu altar, Señor. Dichosos los que viven en tu casa y pueden alabarte siempre, Rey mío y Dios mío.

ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN 2

Tú que nos has alimentado, ya desde esta vida con el pan del cielo, prenda de nuestra salvación, concédenos, Señor, manifestar en todos nuestros actos el misterio de tu Eucaristía. Por Jesucristo, nuestro Señor.

UNA REFLEXIÓN PARA NUESTRO TIEMPO.- Un refrán popular sentencia que "cuando veas las barbas de tu vecino cortar, pon las tuyas a remojar". La sentencia es una elocuente amonestación que nos anima a vivir pendientes de las llamadas y las señales que acontecen en nuestro alrededor. Un creyente tiene cierto que Dios se comunica de muchas maneras a través de los acontecimientos históricos y de los fenómenos naturales. Los clamores de nuestra polarización social y de nuestro desencanto ciudadano son cada vez más fuertes e insistentes. Tales quejas no nos habrán de sumir en la desesperanza ni en la amarga pasividad. Son llamados a que vivamos la dimensión social de la caridad. Los signos de los tiempos son aún más claros en los desajustes y trastornos que provocamos en los ciclos naturales. Sequías, huracanes y otros cambios climáticos son llamados de atención a nuestra responsabilidad como administradores de la Creación.

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