V ANIVERSARIO DE LA SOLEMNE INAUGURACIÓN DEL MINISTERIO PETRINO I DEL PAPA BENEDICTO XVI (2005).

Santos: Fidel de Sigmaringen, mártir y Gregorio de Elvira, obispo. Vísperas I del domingo: 4a semana del Salterio Feria (Blanco)

ANTÍFONA DE ENTRADA (Mt 16, 18-19)

Tú eres Pedro, y sobre esta piedra edificaré mi Iglesia y las puertas del infierno no prevalecerán contra ella. Y a ti te daré las llaves del Reino de los cielos. Aleluya.

ORACIÓN COLECTA

Dios nuestro, pastor y guía de todos los fieles, mira con bondad a tu hijo Benedicto XVI, a quien constituiste pastor de tu Iglesia, y sostenlo con tu amor, para que con su palabra y su ejemplo conduzca al pueblo que le has confiado y llegue, juntamente con él, a la vida eterna. Por nuestro Señor Jesucristo...

LITURGIA DE LA PALABRA

Lectura del libro de los Hechos de los Apóstoles: 9, 31-42

En aquellos días, las comunidades cristianas gozaban de paz en toda Judea. Galilea y Samaria, con lo cual se iban consolidando, progresaban en la fidelidad a Dios y se multiplicaban, animadas por el Espíritu Santo.
Pedro recorría toda la región y una vez fue a visitar a los fieles que vivían en Lida. Ahí encontró a un hombre, llamado Eneas, que tenía ya ocho años de estar en cama, paralítico. Pedro le dijo: "Eneas, Jesucristo te da la salud. Levántate y tiende tu cama". Eneas se levantó inmediatamente; y todos los habitantes de Lida y de la llanura de Sarón que lo vieron, se convirtieron al Señor.
Había en Jafa, entre los discípulos, una mujer llamada Tabitá (que significa "gacela"), la cual hacía infinidad de obras buenas y repartía limosnas En aquellos días cayó enferma y murió. Lavaron su cadáver y lo tendieron en una habitación del segundo piso. Como Lida está cerca de Jafa, los discípulos, sabiendo que Pedro estaba allá, enviaron dos hombres para suplicarle que fuera a Jafa sin tardar. Pedro fue con ellos. Tan pronto como llegó, lo condujeron a la habitación del segundo piso. Allí lo rodearon todas las viudas, llorando y mostrándole las túnicas y los vestidos que Tabitá les había hecho, cuando aún vivía.
Pedro mandó salir a todos, se postró de rodillas y se puso a orar; luego, dirigiéndose a la muerta, dijo: "Tabita, levántate". Ella abrió los ojos y al ver a Pedro, se incorporó. Él la tomó de la mano y la levantó; llamó a los fieles y a las viudas y se la entregó viva. Esto se supo por toda Jafa y muchos creyeron en el Señor. Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.


El apóstol Pedro asiste a los fieles de la zona costera de Israel. Los anima a mantenerse en el camino del Señor y los asiste en el nombre de Jesús; alivia sus penas y dolores.

Del salmo 115 R/. ¿Cómo le pagaré al Señor todo el bien que me ha hecho? Aleluya.
¿Cómo le pagaré al Señor todo el bien que me ha hecho? Levantaré el cáliz de salvación e invocaré el nombre del Señor. R/.
Cumpliré mis promesas al Señor ante todo su pueblo. A los ojos de Dios es muy penoso que mueran sus amigos. R/.
De la muerte, Señor, me has librado, a mí, tu esclavo e hijo de tu esclava. Te ofreceré con gratitud un sacrificio e invocaré tu nombre. R/.


ACLAMACIÓN (cfr. Jn 6, 63. 68) R/. Aleluya, aleluya.
Tus palabras, Señor, son espíritu y vida. Tú tienes palabras de vida eterna. R/.


Lectura (Proclamación) del santo Evangelio según san Juan: 6, 60-69

En aquel tiempo, muchos discípulos de Jesús dijeron al oír sus palabras: "Este modo de hablar es intolerable, ¿quién puede admitir eso?".
Dándose cuenta Jesús de que sus discípulos murmuraban, les dijo: "¿Esto los escandaliza? ¿Qué sería si vieran al Hijo del hombre subir a donde estaba antes? El Espíritu es quien da la vida; la carne para nada aprovecha. Las palabras que les he dicho son espíritu y vida, y a pesar de esto, algunos de ustedes no creen". (En efecto, Jesús sabía desde el principio quienes no creían y quién lo habría de traicionar). Después añadió: "Por eso les he dicho que nadie puede venir a mí, si el Padre no se lo concede".
Desde entonces, muchos de sus discípulos se echaron para atrás y ya no querían andar con El. Entonces Jesús les dijo a los Doce: "¿También ustedes quieren dejarme?". Simón Pedro le respondió: "Señor, ¿a quién iremos? Tú tienes palabras de vida eterna; y nosotros creemos y sabemos que tú eres el Santo de Dios". Palabra del Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.


De "tejas abajo" estas palabras resultan escandalosas. Solamente las podremos acoger si nos dejarnos guiar por el Espíritu y si reconocemos los caminos que el Padre nos invita a recorrer.

ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS

Acepta, Señor, las ofrendas que te presentamos para el sacrificio eucarístico; protege y dirige a tu santa Iglesia en unión con nuestro Papa Benedicto XVI, a quien constituiste su pastor. Por Jesucristo, nuestro Señor.

Prefacio I-V de Pascua

ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN (Jn 21, 15. 17)

Simón, hijo de Juan, ¿me amas más que éstos?, le dijo el Señor a Pedro. Éste le respondió: Señor, tú lo conoces todo, tú sabes que te amo. Aleluya.

ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN

Por esta Eucaristía, en la que nos has permitido participar, confirma, Señor, en la unidad y en el amor a la santa Iglesia y a tu siervo, el Papa Benedicto XVI, para que juntos, rebaño y pastor, recorran con seguridad el camino de la salvación. Por Jesucristo, nuestro Señor.



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